La final de la Fórmula Súper Renault tuvo una resolución fuera de lo normal y el brasileño Daniel Lancaster, que había ganado en la pista, fue desclasificado por la técnica y de esta manera la victoria quedó en manos de quien había sido segundo, Ignacio Redolfi.
Oberá, 4 de Julio de 2004.- La final de la Fórmula Súper Renault tuvo una resolución fuera de lo normal y el brasileño Daniel Lancaster, que había ganado en la pista, fue desclasificado por la técnica y de esta manera la victoria quedó en manos de quien había sido segundo, Ignacio Redolfi. La desclasificación de Lancaster se produjo por una diferencia en la compresión del motor del Dallara 394 del equipo de Saúl Lui y de esta manera el piloto brasileño se quedó con las manos vacías y perdió la chance de obtener su primer triunfo dentro de la especialidad. La emoción también se hizo presente en el circuito con la gran carrera que realizó el piloto local, Rafael Morgenstern, quien finalizó en segundo lugar con el Dallara 398 de la escuadra TP Racing tras una espectacular remontada (vale aclarar que Morgenstern compitió como invitado por no contar con licencia Argentina ?compite en Europa- y no suma puntos para el torneo). El obereño había movido de manera excelente desde su tercer lugar de partida para ubicarse en la punta de la competencia, superando a Matías Russo y Lancaster, pero los comisarios deportivos determinaron que se había adelantado en la largada y lo penalizaron con un pase y siga por los boxes que lo retrasó hasta el décimo lugar. De esta manera, Lancaster era el líder de la competencia seguido por Franco Coscia, Matías Russo, Ivo Perabó e Ignacio Redolfi entre los primeros. El líder del campeonato a todo esto, Gabriel Cantonatti, era undécimo. En el cuarto giro Russo ingresó a los boxes cuando marchaba en la cuarta colocación y debió abandonar porque se le trabó la caja de velocidades. El entrerriano sufrió el mismo inconveniente en las dos ocasiones anteriores en las que se vio obligado a desertar a lo largo de la temporada. Inmediatamente después de estas incidencias ingresó el auto de seguridad debido al despiste y abandono del chileno Pablo Larroquette y todos se juntaron nuevamente para reiniciar la competencia en el octavo giro con Lancaster adelante. A partir de ese momento, con Lancaster en el primer lugar y ampliando diferencias con respecto de su principal perseguidor, Coscia, la carrera se centró en la gran levantada de Morgenstern que desde la décima colocación comenzó a escalar de manera excelente. En dos vueltas, el local pasó del décimo lugar al sexto puesto sorteando entre otros a Maximiliano Merlino, Juan Ignacio Rimola y Franco Coscia, quien realizó un trompo y perdió varios lugares resignando sus chances de triunfo. El brasileño dominada con mucha comodidad y ampliaba diferencias en el liderazgo porque ni Redolfi, ni Perabó podían pelearle, mientras que a todo esto Rafa Morgenstern era cuarto y Gabriel Cantonatti estaba séptimo.