Oberá (Misiones), 29 de Agosto.- Hace aproximadamente una década, Gabriel Ponce de León recibió en su casa natal de Junín, un llamado inesperado proveniente de la ciudad de Córdoba. Desde la ?docta? se invitaba al piloto de Fórmula Renault a probar un auto de TC2000. El primer paso de una relación que cumple 10 años e incluye tres campeonatos en la especialidad. ?Es un recuerdo inolvidable, siento que lo viví ayer?. Así comienza el reportaje el tricampeón de Ford. La emoción se refleja en su rostro al recordar sus primeros pasos en el equipo de la familia Berta. ?El llamado lo hizo Marcelo Cammisa, responsable de prensa, y me advirtió que volverían a contactarse para llevar a cabo una prueba sobre el auto de TC2000. Esperé durante dos eternas semanas hasta que me llamaron para avisarme que tras una carrera de la Fórmula en Alta Gracia me subiría al Ford Escort?. Para el León de Ford el día sagrado llegó un lunes otoñal de 1998: ?Al sentarme en la butaca sentí mil cosas, no conocía el ambiente de la categoría por que en ese entonces no corríamos juntos, pero me sentí muy cómodo, los ingenieros y mecánicos me atendieron muy bien, cada parada en boxes era darme cuenta que estaba concretando un sueño, viví cada segundo de ese día como un regalo de Dios.? Luego una segunda prueba le daría a Gabriel Ponce de León el pasaporte para ingresar al team. ?Hoy, los habituales pilotos de la Fórmula Renault deben estar viviendo esas mismas sensaciones, son oportunidades que no se presentan todos los días, y tienen aún otra ventaja, corren con los autos que dentro de unos minuto manejaremos nosotros, son los verdaderos autos de carrera, no muletos. Les dije a Kevin Icardi y a Franco Vivian que disfruten de manejarlo y aprovechen ésta oportunidad, buscar un cronometraje de carrera no es lo primordial, para eso tendrán tiempo en TC2000.? Las palabras de Ponce de León son una referencia para los pilotos de la ?Categoría Escuela? que hoy en Oberá, cumplieron su primer examen en el automovilismo profesional.